En
la entrada de esta semana, abordaremos algunos aspectos de la documentación
científica, como es la adecuación de los documentos científicos según la
disciplina o ámbito al que se destina, las fuentes de información o cuál es la
finalidad de los documentos científicos que se generan. En mi discurso
desarrollaré brevemente estos conceptos bajo la visión de la epidemiología, ya
que se trata de la disciplina en la que desarrollo mi trabajo como investigador.
Así podremos observar las diferencias o similitudes con las entradas propuestas
por el resto de compañeros del curso que pertenecen a áreas de investigación
diferentes.
En
primer lugar, me gustaría recoger un comentario de la entrada del blog de referencia, en el que describe de forma muy clara y concisa en qué consiste el proceso de
investigación. El autor resalta muy hábilmente que toda investigación tiene
como punto de partida y como punto final, la documentación científica. En la
mayor parte de los casos, una buena investigación comienza con la revisión
bibliográfica del estado de la cuestión de interés, para así poder plantear los
objetivos (originales y novedosos) de la investigación que se desea realizar.
Posteriormente viene el planteamiento del diseño de estudio a realizar,
obtención de la información mediante el trabajo de campo, explotación de los
datos a través de técnicas estadísticas, y obtención de resultados y
conclusiones finales. Tras alcanzar estas conclusiones, toca el momento de
compartir la información obtenida de la investigación a través de documentos
científicos.
Teniendo
en cuenta estas premisas, me gustaría discutir brevemente un aspecto que se comenta en la
entrada del blog de referencia, y que al fin y al cabo está muy relacionado con
el tipo de documentos científicos o fuentes de información existentes en
epidemiología y hacia el público que van dirigidas.
En
la entrada de dicho blog se plantea que la finalidad de una investigación es la
búsqueda de la solución a un problema. En mi opinión, no creo que eso sea
exactamente así, y paso a explicarme.
En epidemiología, existen diversos tipos
de estudios o investigaciones según la finalidad que se quiera o al público al
que va destinado. Además, cuando nos disponemos a redactar el documento
científico, debemos tener también muy claro quién es el principal público al
que queremos que vaya destinada dicha publicación. El lenguaje, las expresiones
e incluso la forma de contarlo y como mostrarlo mediante los gráficos y figuras
cambia totalmente en cada caso. Así podemos diferenciar dos grandes grupos que
son los siguientes:
a) Lo que como se dice en el blog de
referencia, la investigación busca la solución a un problema, en los que los
investigadores evaluamos diferentes tratamientos para estudiar cual muestra
mejores resultados a una enfermedad, evaluamos el efecto que tienen las vacunas
en la población para poder predecir la próxima composición de vacunas a
corto-medio plazo,… Principalmente, este tipo de estudios, tienen interés para
el resto de investigadores que evalúan los mismos tratamientos o vacunas en
otros países o instituciones internacionales.
b) Y por otra parte, las
investigaciones o estudios epidemiológicos de vigilancia que describen la
incidencia de enfermedades durante un periodo de tiempo determinado. Este tipo
de estudios no buscan una solución a un problema, sino que aportan y describen
indicadores para poder realizar o tomar posibles decisiones acerca de medidas
preventivas para la población. Este tipo de investigaciones también son de gran
interés científico, y suelen plasmarse en boletines institucionales o
publicaciones científicas, aunque el tipo de revistas o personas a las que se
pretende llegar suele ser personal sanitario asistencial, así como a las
organizaciones o administraciones de salud.
Finalmente
me gustaría destacar otro aspecto que suele inducir a debate en muchos foros
científicos a los que he tenido la suerte de poder asistir, y que espero que en
este curso de la “Actividad básica de la actividad investigadora”, tengamos
también un rato para ello.
Como científico,
¿tanto publicas, tanto vales?
Pues
aunque parezca mentira…SÍ … como científico, al fin y al cabo, siempre dependes
de poder llevar a cabo tus investigaciones. Esto comienza por adquirir financiación
para poder llevar a cabo tu estudio, realizarlo, y dejarlo documentado mediante
publicaciones científicas. Pero, para poder alcanzar estas financiaciones,
requieren que tengas ciertos méritos profesionales con amplia experiencia en
dicho ámbito, que casualmente se evalúa mediante las publicaciones y proyectos
relacionados en el tema. Es decir, la “pescadilla que se muerde la cola”, y
tanto al comienzo como al final de la investigación está la documentación
científica, al menos así suele ocurrir en la investigación en epidemiología y
salud pública.
Así
me despido ya por hoy, y espero que continuemos debatiendo y opinando sobre
ciencia, producción científica, investigación,… para ello, os dejo el siguiente
vídeo, que me ha parecido muy interesante y realizado por la Universidad Miguel
Hernández de Elche, donde se explica la producción, la difusión y el consumo de
publicaciones.
Hasta
la próxima entrada!!
Hola Iván,
ResponderEliminarInteresante y difícil la pregunta que planteas, si como científico tanto publicas, tanto vales. Me parece bien que el número y calidad de las publicaciones sean dos criterios importantes a la hora de conseguir financiación para una investigación, ya que los papers son un tipo de documento validado por la comunidad científica a través del peer review process. Pero..., creo que el hecho de comunicar los resultados de tu investigación a otro tipo de público y a través de otro tipo de documentos también debería ser valorado. Porque es importante que seamos capaces de investigar, pero para mi (igual porque lo que hago es muy, muy aplicado), es igual de importante que ese resultado tenga un impacto en la sociedad, que llegue al nivel político a través de los policy briefs para que nuestros resultados puedan influenciar las políticas. El problema es que esto no suma méritos..., y para mi es una pena.
Reflexiones mañaneras. Buen día,
Maite
Hola Maite,
EliminarTotalmente de acuerdo contigo. Cada área o disciplina es un mundo, y como he expuesto al inicio del post, he escrito con respecto a la disciplina en la que desarrollo mi carrera profesional, la epidemiología, y es en ella en la que, aunque no nos guste mucho, lo que vales, suelen evaluarlo mediante las publicaciones que tienes y la calidad de la mismas. Imagino que en otras áreas se valorará de forma diferente.
Saludos,
Iván.
Incluso hay una vuelta de tuerca más: tanto te citan, tanto vales. Lo que se resumiría en el famosos índice h. Si, claro que profundizaremos en esto en el lo que queda del curso.
ResponderEliminarTodos los mecanismos de medir personas son injustos, y los científicos son personas. Por otra parte, los procedimientos de organización social (y la gestión de la ciencia lo es) requieren de medidas. Ante ese dilema, conviene buscar medidas que, sabiendo de antemano que no van a ser buenas, sean lo menos malas posible. El ideal sería medir la cantidad de trabajo y lo bueno que es. Para lo primer la cantidad de artículos es un "proxi", y para lo segundo el número de citas que recibe. Ya seguiremos con ello, que me enrollo demasiado.
En la primera parte del artículo describes muy bien dos tipos de investigación, y como cada una tiene sus revistas de referencia. Supongo que todas (o al menos muchas) las disciplinas tienen subdisciplinas, y quizá hasta de forma recurrente. Esas dos serían las principales de la epidemiología. ¿Hay alguna otra?