domingo, 30 de marzo de 2014

Variabilidad y gestión de publicaciones científicas

En la entrada de esta semana, quería destacar dos aspectos importante en el apasionante mundo de las publicaciones científicas: la diversa variabilidad que existe entre las disciplinas científicas, y por otra parte, el cómo podemos gestionar una gran cantidad de publicaciones.

Observando las entradas de otros compañeros, he observado que un compañero del grupo en el que me había tocado debatir acerca de las diferencias entre las publicaciones de cada una de nuestras disciplinas, había plasmado muy bien cuál era esa variabilidad entre ellas, por lo que no voy a entrar a describir ese aspecto. Pero sería interesante que ojeaseis su entrada titulada "Tipos de ArtículosCientíficos".

Por ello, me centraré, aunque muy brevemente, en los principales gestores bibliográficos utilizados para almacenar y organizar nuestras referencias bibliográficas cuando estamos trabajando.

El primero de ellos es el conocido RefWorks.

                La Universidad Pública de Navarra tiene suscrito el gestor de referencias RefWorks, que se trata de una herramienta disponible en línea. Para poder utilizarlo es necesario tener una cuenta de correo de la UPNA y registrarse como usuario. Este gestor es el más conocido, por lo que suele ser el más utilizado en el ámbito científico. Además, esta herramienta se puede complementar con RefShare, que sirve para compartir bases de datos personales con otros usuarios.



El segundo gestor bibliográfico es el EndNote.

                Se trata también de un gestor de referencias bibliográficas en línea. Tiene acceso gratuito en los centros de investigación españoles a través de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) – ISI Web of Knowledge (WOK). También es muy conocido en el ámbito científico.



El tercer gestor al que haré referencia es Zotero.

                Es un programa de software libre para la gestión de referencias bibliográficas. Zotero es una extensión libre para el navegador Firefox, que permite a los usuarios recolectar, administrar y citar investigaciones de todo tipo. Importa datos directamente desde las páginas web visualizadas en el momento.
Al navegar con Firefox, Zotero detecta automáticamente cuándo estamos consultando una fuente de información: libros, artículos, revistas, bases de datos, catálogos de bibliotecas, e incluso otros recursos como Google Scholar, Amazon, Flickr o Youtube. En este momento, mediante un clic del ratón, guarda en un fichero local la información completa (la referencia) de aquello que estemos consultando.
Si el origen es un artículo en línea o una página web, Zotero puede guardar una copia local.



Y por último, Mendeley.


                Mendeley que permite organizar tanto la información bibliográfica, como adjuntar los documentos a texto completo. Funciona como un programa que se descarga y se ejecuta en ordenadores personales o en dispositivos móviles, pero también como un servicio en línea, a través del cual se puede organizar y compartir la información bibliográfica con otros usuarios.


Espero que esta recopilación de información acerca de los principales gestores bibliográficos sean de vuestro interés, y os ayuden a organizar y gestionar vuestras referencias bibliográficas a lo largo de vuestro largo camino durante el doctorado.

Hasta la próxima entrada!!
Nos vemos pronto!!

viernes, 14 de marzo de 2014

Aspectos de la documentación científica en epidemiología

En la entrada de esta semana, abordaremos algunos aspectos de la documentación científica, como es la adecuación de los documentos científicos según la disciplina o ámbito al que se destina, las fuentes de información o cuál es la finalidad de los documentos científicos que se generan. En mi discurso desarrollaré brevemente estos conceptos bajo la visión de la epidemiología, ya que se trata de la disciplina en la que desarrollo mi trabajo como investigador. Así podremos observar las diferencias o similitudes con las entradas propuestas por el resto de compañeros del curso que pertenecen a áreas de investigación diferentes.

En primer lugar, me gustaría recoger un comentario de la entrada del blog de referencia, en el que describe de forma muy clara y concisa en qué consiste el proceso de investigación. El autor resalta muy hábilmente que toda investigación tiene como punto de partida y como punto final, la documentación científica. En la mayor parte de los casos, una buena investigación comienza con la revisión bibliográfica del estado de la cuestión de interés, para así poder plantear los objetivos (originales y novedosos) de la investigación que se desea realizar. Posteriormente viene el planteamiento del diseño de estudio a realizar, obtención de la información mediante el trabajo de campo, explotación de los datos a través de técnicas estadísticas, y obtención de resultados y conclusiones finales. Tras alcanzar estas conclusiones, toca el momento de compartir la información obtenida de la investigación a través de documentos científicos.



Teniendo en cuenta estas premisas, me gustaría discutir brevemente un aspecto que se comenta en la entrada del blog de referencia, y que al fin y al cabo está muy relacionado con el tipo de documentos científicos o fuentes de información existentes en epidemiología y hacia el público que van dirigidas.

En la entrada de dicho blog se plantea que la finalidad de una investigación es la búsqueda de la solución a un problema. En mi opinión, no creo que eso sea exactamente así, y paso a explicarme.

En epidemiología, existen diversos tipos de estudios o investigaciones según la finalidad que se quiera o al público al que va destinado. Además, cuando nos disponemos a redactar el documento científico, debemos tener también muy claro quién es el principal público al que queremos que vaya destinada dicha publicación. El lenguaje, las expresiones e incluso la forma de contarlo y como mostrarlo mediante los gráficos y figuras cambia totalmente en cada caso. Así podemos diferenciar dos grandes grupos que son los siguientes:


a) Lo que como se dice en el blog de referencia, la investigación busca la solución a un problema, en los que los investigadores evaluamos diferentes tratamientos para estudiar cual muestra mejores resultados a una enfermedad, evaluamos el efecto que tienen las vacunas en la población para poder predecir la próxima composición de vacunas a corto-medio plazo,… Principalmente, este tipo de estudios, tienen interés para el resto de investigadores que evalúan los mismos tratamientos o vacunas en otros países o instituciones internacionales.





b) Y por otra parte, las investigaciones o estudios epidemiológicos de vigilancia que describen la incidencia de enfermedades durante un periodo de tiempo determinado. Este tipo de estudios no buscan una solución a un problema, sino que aportan y describen indicadores para poder realizar o tomar posibles decisiones acerca de medidas preventivas para la población. Este tipo de investigaciones también son de gran interés científico, y suelen plasmarse en boletines institucionales o publicaciones científicas, aunque el tipo de revistas o personas a las que se pretende llegar suele ser personal sanitario asistencial, así como a las organizaciones o administraciones de salud.






Finalmente me gustaría destacar otro aspecto que suele inducir a debate en muchos foros científicos a los que he tenido la suerte de poder asistir, y que espero que en este curso de la “Actividad básica de la actividad investigadora”, tengamos también un rato para ello.

Como científico, ¿tanto publicas, tanto vales?


Pues aunque parezca mentira…SÍ … como científico, al fin y al cabo, siempre dependes de poder llevar a cabo tus investigaciones. Esto comienza por adquirir financiación para poder llevar a cabo tu estudio, realizarlo, y dejarlo documentado mediante publicaciones científicas. Pero, para poder alcanzar estas financiaciones, requieren que tengas ciertos méritos profesionales con amplia experiencia en dicho ámbito, que casualmente se evalúa mediante las publicaciones y proyectos relacionados en el tema. Es decir, la “pescadilla que se muerde la cola”, y tanto al comienzo como al final de la investigación está la documentación científica, al menos así suele ocurrir en la investigación en epidemiología y salud pública.

Así me despido ya por hoy, y espero que continuemos debatiendo y opinando sobre ciencia, producción científica, investigación,… para ello, os dejo el siguiente vídeo, que me ha parecido muy interesante y realizado por la Universidad Miguel Hernández de Elche, donde se explica la producción, la difusión y el consumo de publicaciones.




Hasta la próxima entrada!!


lunes, 10 de marzo de 2014

La observación, algo más que una parte del método científico

Comenzaremos refrescando la memoria acerca de cuáles son las partes que conforman el método científico, para así adentrarnos un poco más en el concepto de la observación.

El método científico, suele seguir una serie de pasos para que éste esté bien elaborado. Entre las varias propuestas que existen de la descripción del método científico, me ha parecido más concreto y sencillo el siguiente:

1.- Planteamos el problema de interés a resolver.
2.- Observamos el fenómeno que forma parte de nuestro objetivo.
3.- Buscamos una teoría que intente explicar lo observado.
4.- Realizamos predicciones bajo la teoría.
5.- Comprobamos las predicciones realizando experimentos o mediante las observaciones.
6.- Si los resultados que encontramos son acordes a la teoría que nos hemos planteado, entonces podemos obtener unas conclusiones acerca de nuestro problema. En caso contrario, si los resultados no son acordes a la teoría propuesta, debemos volver a buscar otra teoría que pueda explicar nuestro problema (punto 3).

Teniendo en cuenta estos aspectos acerca del método científico, me gustaría indagar (tan solo un poco a modo introductorio) algo más acerca del proceso de observación, ya que como lleva el propio título de esta entrada, considero que la observación, es algo más que una simple parte del método científico, si no que se trata de un propio método, lo que se suele conocer por estudios de observación.

En los estudios de observación, el investigador se comporta como un espectador del fenómeno que está estudiando, sin modificarlo, es decir, tan solo observa. En el caso en el que investigador analiza las intervenciones de otros, también se considera un estudio de observación. Este tipo de estudios se pueden clasificar en dos grandes y diferenciados grupos, que son:

- Los estudios descriptivos. En este tipo de estudios el diseño carece de una hipótesis. Ante la ignorancia de las razones explicativas del proceso, sus objetivos pueden ser enumerar lo que ocurre en una población o buscar una hipótesis de trabajo. Ejemplo de ello puede ser el registro de la frecuencia de una enfermedad en la población durante un período de tiempo.

- Los estudios analíticos. En estos estudios, el diseño dispone de al menos una pregunta de investigación concreta. Puede ser ejemplo de ello, el estudio que se plantea como hipótesis "el SIDA se transmite por transfusión sanguínea". Entre los estudios analíticos caben destacar los estudios de casos y controles o los estudios de cohortes, entre otros.




Por todo ello, la observación se puede considerar como un propio método científico, por lo que podríamos considerar que el método científico es un compendio de métodos a través de los cuales buscamos la solución a nuestro problema principal.

Tuit, tuit, ... Twitter

Como todos sabéis, Twitter es una red que permite la comunicación entre diferentes usuarios en todo el mundo. Los usuarios pueden escribir mensajes cortos (“tuits”) de 140 caracteres, así como “retuitear” los mensajes de otros usuarios de la red, dando difusión de dicha información al resto de conocidos, o promocionando noticias acerca de actividades de interés.



En 2009, Ryan Kelly realizó un estudio sobre una muestra de 2.000 tuits, en el que analizó algunos aspectos acerca de los usuarios de Twitter, que tenéis disponible en el siguiente enlace:


Entre los resultados obtenidos, cabe destacar la utilización de los tuits, donde la autora ha clasificado de la siguiente forma:


Número de tuits
Porcentaje
Noticias
72
3,60
Mensajes basura (spam)
75
3,75
Autopromoción
117
5,85
Parloteo inútil
811
40,55
Conversaciones
751
37,55
Mensajes repetidos
174
8,70
Total
2000
100

Pudiendo observar que alrededor de un 37% se corresponde con conversaciones entre los usuarios de la red, y tan solo un 3,6% de los tuits se han clasificado como mensajes de noticias.

De entre los tuits de https://twitter.com/Joaquin_Sevilla/abainv me he decantado por el siguiente tuit:

RT @acabezas: IMPORTANTE: Ya se puede acceder desde Google Scholar a las citas en Web of Science pic.twitter.com/3QoGRLY7Ty

Este retuit, lo clasificaría como un tuit de noticias, al menos bajo mi punto de vista ya que me aporta información de carácter científico desde la perspectiva más profesional.

En mi caso en particular, no dispongo de perfil en dicha red social. Teniendo en cuenta el lado más personal, no lo considero imprescindible para mantener contacto con mi círculo más cercano de familiares y amigos, mientras que desde la perspectiva profesional, hasta el momento no he sentido la necesidad de crear un perfil ya que en los círculos en los cuales me muevo existen otras herramientas como los grupos de correo electrónicos, o sociedades o fundaciones científicas a través de las cuales estamos en contacto continuamente y a través de las cuales se nos notifican cualquier noticia y futuro acontecimiento científico.

Pero...

¿será la hora de que me deba crear un perfil en Twitter?


A ver si con algunos de vuestros comentarios, me convencéis y acabo uniéndome a la red social que parece estar en auge en estos momentos ;) !!!!

domingo, 2 de marzo de 2014

¿La ciencia como una profesión?

La ciencia la conforman todos los individuos que, fijan o no, un interés acerca de algún proceso de interés científico. Teniendo en cuenta estas premisas, podremos definir la ciencia desde dos perspectivas.

La ciencia como una virtud vital, y la ciencia como una profesión. La gran diferencia que podemos encontrar entre ellas, son los requisitos de formación académica, que habitualmente, requieren para aquellos que quieren formar parte y entender la ciencia como una profesión. No por ello, entre los individuos que entienden la ciencia únicamente como virtud vital, existen muchos de ellos que se forman e informan acerca del tema, aunque en la mayoría de las ocasiones, de forma autodidacta.

Desde el punto de vista de la profesionalidad, la ciencia conlleva una formación específica acerca de un proceso en concreto, de una metodología que ayude a comprender, poder explicar o interpretar ese proceso. 



Por otra parte, existe un punto de vista de interés personal acerca de ese proceso, que en la mayoría de las ocasiones el conocimiento o explicaciones deducidas se han quedado para uno mismo, aunque también se han dado casos de comprobaciones a nivel personal que han transcendido y han contribuido a formar parte de la ciencia profesional por los hallazgos encontrados, como puede ser el caso de  Jeremiah Horrox cuando observó el tránsito de Venus en 1639.



Por lo tanto, y bajo mi humilde punto de vista, considero que podríamos definir la ciencia como un compendio entre la ciencia como una virtud vital y la ciencia como una profesión. ¿No sería mejor la ciencia si ambas formasen parte del mismo concepto? Profesionales que se forman académicamente, investigan sobre ello, y además tienen ese interés personal acerca del proceso que investigan.

Finalmente, y para concluir yo me planteo,

Para una persona que vive la ciencia como una profesión, ¿no cree que también para él/ella necesariamente la ciencia también es una virtud vital?